Lima desde el Arte

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3 de noviembre de 2011

Otro artículo de El COMERCIO: Vivir a la altura de Ciriani

MAESTRO. El hombre que se levanta para cambiar el mundo

Vivir a la altura de Ciriani

SE INAUGURÓ “ENRIQUE CIRIANI: 50 AÑOS DE ARQUITECTURA”. SE TRATA DE UN REPASO A LA OBRA DE UN GRAN CREADOR
Por: Gonzalo Galarza Cerf
Martes 24 de Agosto del 2010
Lleva cinco meses en el Perú, pero hace dos que acaba de entrar: “Una injusticia me impide dormir”. Eso es entrar en el diccionario universal de Enrique Ciriani (Lima, 1936). Los arquitectos no son respetados en este país, dice. Hace 40 años se construía mejor que ahora, protesta. Acá la falta de concursos públicos es un decir, acá no se hace obra pública, denuncia. El arquitecto ha perdido autoridad, reclama. “Finalmente, la arquitectura es un valor suplementario, es el producto de una exigencia humana, no de la necesidad. Cuando se identifica con la necesidad, se equivoca. Yo soy un valor agregado. Eso ha perdido el arquitecto. Estamos en plena campaña electoral y la palabra arquitectura no existe en los discursos. Hemos perdido la presencia a nivel social”, lamenta.
Este hombre egresado de la UNI, que ha creado viviendas multifamiliares y obras emblemáticas en el Perú (residenciales San Felipe y Matute) y Francia (el Museo de la Gran Guerra y el Palacio de Justicia de Pontoise), ha vuelto por una temporada para reencontrarse con la actividad profesional y celebrar con una muestra ese credo que ha cumplido por 50 años: “Un arquitecto se levanta todas las mañanas para cambiar el mundo”. Ciriani es un modernista convencido del valor, el respeto y la dignidad de las personas. “Lo que yo tengo es que la gente me interesa. Solo cuando hago el proyecto, la gente desaparece de mi vida”, afirma.
Por eso propone que sus colegas se unan y rechacen trabajar para constructoras que infringen las leyes básicas de la arquitectura. “El peruano con dinero vive mal”, repite y propone: “Hacer que el peruano se sienta más peruano que el Perú”. Para eso –explica– hay que despertarlo del relajo en el que afirma ha caído el país, tras la época de crisis económica, política y de violencia: “Eso me duele acá. Al salir de una cosa grave, no pasa nada. Debería ser al contrario. Para decir nunca más, tienes que tener ideas, no basta con decirlo”.
A sus 74 años y con distinciones como el Gran Premio Nacional de Arquitectura de Francia y la Palma de Oro Nacional de la Vivienda Francesa, Ciriani es un autor (su nombre es una firma), pero no un artista: “La moda es ser un artista, eso viene de Gehry. Le quitan un poco de autoridad al arquitecto”. Su obra es lo opuesto al trabajo de Frank Gehry. Ciriani no usa 3D; él reivindica con pasión el dibujo y el hecho de hacer las cosas a mano. “La arquitectura tiene que desacelerar, para que la gente pueda ver, pensar, apreciar, sentir su cuerpo”, señala.
Ciriani dice que la vivienda es la materia de la ciudad, que los edificios públicos, en cambio, son la historia de la arquitectura. “Mi preocupación principal es qué puedo aportar a la historia; mientras que cuando hago viviendas pienso en la dignidad de la gente”, afirma y sonríe seguro (“estoy convencido de que hago mejor las cosas que los demás”), sintiéndose afortunado: “He tenido suerte, he podido llegar a vivir 50 años como arquitecto haciendo lo que me parecía siempre”.
EL DATO
“Enrique Ciriani: 50 años de arquitectura” repasa con fotos y dibujos sus obras más emblemáticas y los proyectos que propone para lima. Allí se concentra su búsqueda arquitectónica: “Construir una mitad espacial vacía y otra construida. Una valoriza a la otra y viceversa”.